Eres un estadio viviente.
Dentro de ti caben juegos emocionantes
asediados por apuestas peligrosas
caben miles de cuerpos
con texturas, sabores y formas divergentes.
Caben gritos de derrotas y alardes de triunfos
bailes y celebraciones
disputas y amoríos
caben el odio y la unidad de la competencia
la esperanza y la resignación
la lucha por lograr un objetivo
y también la frase “mañana será mejor”.
Eres un coliseo de carne y hueso
con butacas vacías y olvidadas
con pasillos oscuros, llenos de ecos mudos
cuando el fragor de la temporada
ha terminado.
Pero también eres terremoto estruendoso
cuando se llenan tus espacios comúnmente vacíos
y la braveza de ese fuego quemante en tus entrañas
se apodera de cada centímetro
de tu existencia.
Te tornas ruidoso y estrambótico
eres el punto donde convergen las almas
que encendidas de pasión
buscan ese instante de entretenimiento que ofreces
y en tus contornos ellas encuentran
tres horas de cuestionable placer.
Mas allá de tus límites no importa nada.
Sólo lo que guardan esas paredes que los aísla del mundo.
Pero yo no he comprado boleto
Para ser una más en tu vida.
Dentro de ti caben juegos emocionantes
asediados por apuestas peligrosas
caben miles de cuerpos
con texturas, sabores y formas divergentes.
Caben gritos de derrotas y alardes de triunfos
bailes y celebraciones
disputas y amoríos
caben el odio y la unidad de la competencia
la esperanza y la resignación
la lucha por lograr un objetivo
y también la frase “mañana será mejor”.
Eres un coliseo de carne y hueso
con butacas vacías y olvidadas
con pasillos oscuros, llenos de ecos mudos
cuando el fragor de la temporada
ha terminado.
Pero también eres terremoto estruendoso
cuando se llenan tus espacios comúnmente vacíos
y la braveza de ese fuego quemante en tus entrañas
se apodera de cada centímetro
de tu existencia.
Te tornas ruidoso y estrambótico
eres el punto donde convergen las almas
que encendidas de pasión
buscan ese instante de entretenimiento que ofreces
y en tus contornos ellas encuentran
tres horas de cuestionable placer.
Mas allá de tus límites no importa nada.
Sólo lo que guardan esas paredes que los aísla del mundo.
Pero yo no he comprado boleto
Para ser una más en tu vida.
5 comentarios:
un coliseo que terminará abandonado, de hospitalillo de esqueletos sin closets, finalmente demolido y compartiendo escombros con las sombras de otros payasos androfalocéntricos sin mañanas ni mejores ni peores sólo olvidadas en una sonrisa al revés...los boletos han expirado el aire que expiró los versos de los contrincantes de espejos
divago por que la buena palabra --como tu arte-- es la que hace meditar con libertad...
gran poema por el fondo y su forma
gracias por ser Amarilis y estar!!
un abrazo eterno
La idea de comparar su interior con un estadio, un coliseo, me ha gustado mucho, vuelvo entonces a leerlo, y estyo seguro que lo disfrutare aun mas. No me extraña el talento de las mujeres, en isla Julia de Burgos.
Saludos para ti..
Agustín
todavia recuerdo haberte escuchado dandole vida a este poema.. en las vias del tren hiciste que se asomara una lagrima... bravo amiga!
Saludos =)
L
todavia recuerdo haberte escuchado dandole vida a este poema.. en las vias del tren hiciste que se asomara una lagrima... bravo amiga!
Saludos =)
L
Te vuelvo a leer y aplaudir
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