La sonoridad que produce
el sonido de los nudillos,
la espera de unos pasos
-que no escucho acercarse-
El helado coqueteo del viento
que susurra y predice mi huída…
Atentan contra la tranquilidad que alcanzo,
espero trenzando alambres
y me animo a no temer tanto
que se abra la puerta.
el sonido de los nudillos,
la espera de unos pasos
-que no escucho acercarse-
El helado coqueteo del viento
que susurra y predice mi huída…
Atentan contra la tranquilidad que alcanzo,
espero trenzando alambres
y me animo a no temer tanto
que se abra la puerta.
Foto: Sara Clavijo
3 comentarios:
increible la manera en que conocemos esos sonidos, que no son iguales a otros, los pasos de la persona amada retumban tan fuerte en la mente como gotas en aguas tranquilas...
espero algun dia encontrar tu libro aca en chile, la verdad es que me interesa mucho leerlo.
cariños!
La puerta nunca está cerrada para ti porque el aire que exhalas es pura vida.
pasaba por aqui...me alegra haber encontrado lo q sabes hacer muy bien.mis mejores deseos,siempre.
un abrazo.
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