Como si una sombra persiguiese mis pasos, lentamente. Alargada sobre la silla vacía. Inmóvil en la pared de la ducha. Ansiosa en los caminos de mi cama. Una sombra. Una sombra que canta y baila cuando no la observo. Tiene sed. Juega a gobernar, a seducir, a mar. Esa sombra. Tu sombra. Escondida entre mis pechos, en mi sien, entre mis dedos, mis piernas. Tú, sombra.
Foto de Sara Clavijo tomada de www.miramela.com/fotoblog
5 comentarios:
Saludos!!!!
Que Hacer Cuando Te guste Esa Sombra.. cuando te acostumbras a estar con ella...
sientes sus pasos, su olor, su respirar, en fin vives con ella!!!!!
Abrazosss!!!!
la mia me acompaña todo el tiempo,me cuida...en ocasiones juega al esconder,pero nuevamente siento q se asoma y hasta puedo verla en la oscuridad.
Tu casita está de chocolate! :)
Magnífica alusión a esa que siempre nos acompaña, pero muy pocas veces le sabemos.
Que tu sombra te cuide, te sea grata y fiel a tu alegría!
Plas, plas¡. Muak!
Pienso... a veces desprenderse de ciertas sombras es saludable para nuestro corazón, para nuestro interior y principalmente para nuestros sentidos. Si la sombra de él te corresponde entonces: ¡vívela! ¡siéntela! ¡atesorala! sino... dejala ir al quinto infierno.
Lindo tú blog.
Saludos desde Córdoba, Argentina
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