Yo estaba en el Edén
con tu aliento cerca de mi oreja,
petrificada entre los frutos del árbol del bien y el mal.
Me encontraba en el paraíso,
protagonista de leyendas y mitos enigmáticos,
con la piel desnuda y el saber aprisionado…
De repente tuve hambre y comí,
se abrieron las puertas de aquel garaje olvidado
y me expulsaron al mundo.
Ahora ando vestida, con el saber ensanchado,
todos me dicen culpable,
yo me digo: "eres libre".
4 comentarios:
El principio de este poema no me gusta porque es un terreno revisitado miles de veces, pero el final está bueno.
Libres hasta cierta parte de la historia, luego nos convertimos en esclavos de nosotros mismo...
Hey Frida, besos... tienes razón, es una muy usada historia, pero tuve que revisitar los inicios para saberme un poco libre. Gracias por estar aqui. Gatto, amiguito recien adquirido, me encanto eso de esclavos de nosotros mismos... esclavos de nuestra propia libertad. Saludos y abrazos.
A.
Eres libre en los sueños, en las creaciones de tu sangre de tus entrañas, jugando el juego de las libertades bajo palabra, de los grilletes sociales, aún así siempre puedes volar si te lo propones, aunque los nidos serán inevitables.
un abrazo poeta amiga....
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